lunes, 7 de agosto de 2023

El porcentaje de precipitaciones acumulado durante dicho período fue el más bajo registrado entre 1940 y 2003. Todo ello condujo a que los embalses llegasen a bajar hasta el 14% de su capacidad. Sequía de 1979 a 1983 La tercera de la historia afectó especialmente a la zona sur y este peninsular. El río Júcar fue uno de los más afectados al quedar prácticamente seco, pues los embalses de la cuenca descendieron hasta retener unos escasos 116 hectómetros cúbicos de agua. La peor parte se la llevó la ciudad de Sevilla, que se vio obligada a cortar el agua durante más de diez horas al día. De igual modo, se destinó un presupuesto extraordinario de seis millones de pesetas para comprar agua embotellada tras la acumulación de cuatro años de precipitaciones anómalamente muy bajas. Entre 1982 y 1984 se decretó la alerta roja que dejó el caudal del río Tajo reducido en un 12% debido a la crisis climática. Siempre será recordada como una de las sequías más graves de la historia nacional. Sequía de 1991-1995 Durante estos años, especialmente hasta 1993, se percibió un descenso de los recursos hídricos, que se encontraban tan solo al 28% de su capacidad habitual, bajando las cifras hasta el 15% en 1995. Todo ello trajo consigo restricciones y cortes de agua en zonas como Madrid y el País Vasco, donde el consumo de agua se limitó en un 30%. El sector agrícola experimentó unas pérdidas entre 30.000 y 42.000 millones.

 

El porcentaje de precipitaciones acumulado durante dicho período fue el más bajo registrado entre 1940 y 2003. Todo ello condujo a que los embalses llegasen a bajar hasta el 14% de su capacidad.

Sequía de 1979 a 1983

La tercera de la historia afectó especialmente a la zona sur y este peninsular. El río Júcar fue uno de los más afectados al quedar prácticamente seco, pues los embalses de la cuenca descendieron hasta retener unos escasos 116 hectómetros cúbicos de agua.

La peor parte se la llevó la ciudad de Sevilla, que se vio obligada a cortar el agua durante más de diez horas al día. De igual modo, se destinó un presupuesto extraordinario de seis millones de pesetas para comprar agua embotellada tras la acumulación de cuatro años de precipitaciones anómalamente muy bajas.

Entre 1982 y 1984 se decretó la alerta roja que dejó el caudal del río Tajo reducido en un 12% debido a la crisis climática. Siempre será recordada como una de las sequías más graves de la historia nacional.

Sequía de 1991-1995

Durante estos años, especialmente hasta 1993, se percibió un descenso de los recursos hídricos, que se encontraban tan solo al 28% de su capacidad habitual, bajando las cifras hasta el 15% en 1995. Todo ello trajo consigo restricciones y cortes de agua en zonas como Madrid y el País Vasco, donde el consumo de agua se limitó en un 30%. El sector agrícola experimentó unas pérdidas entre 30.000 y 42.000 millones.

https://www.elblogsalmon.com/economia/otras-sequias-que-dejaron-a-espana-minimos-historicos 

 

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