martes, 1 de marzo de 2022

EL ORIGEN DE LOS VAREGOS La Rus de Kiev: historia, mitos y leyendas de la federación de tribus anterior a Rusia y Ucrania Vivieron su máximo apogeo a partir del siglo X, cuando intentaron conquistar Constantinopla. Hoy repasamos sus hitos más importantes


Otro de los mitos que recoge la tradición sobre Oleg es que de nuevo, su 'Volkhvs' de confianza, le advirtió de que moriría asesinado por su caballo. Por ello, con gran dolor, el príncipe ordenó matar al potro, que como podemos ver en la imagen superior sale representado con la cabeza gacha al escuchar la predicción del profeta. Años después, en el 912, no habiendo superado la partida de su fiel animal, ordenó ver sus restos. Al pisar su calavera, salió una serpiente que le mordió en el pie, causándole una muerte inminente.  

Oleg con su 'volkhv', figura clave en el intento de conquista de Constantinopla. El caballo tiene tanto protagonismo como cualquier otro en esta historia. (Pintura de Viktor Vasnetsov) 
 
 
EL ORIGEN DE LOS VAREGOS
 
 

La Rus de Kiev: historia, mitos y leyendas de la federación de tribus anterior a Rusia y Ucrania

Vivieron su máximo apogeo a partir del siglo X, cuando intentaron conquistar Constantinopla. Hoy repasamos sus hitos más importantes

El Príncipe Oleg de Kiev se despide de su caballo, antes de mandar su asesinato. 

Como los varegos no desistieron en sus intenciones de tomar Constantinopla, el emperador bizantino acabó cediendo y firmando un acuerdo comercial que a Oleg y a los suyos les resultó de lo más favorable. Otro de los mitos que recoge la tradición sobre Oleg es que de nuevo, su 'Volkhvs' de confianza, le advirtió de que moriría asesinado por su caballo. Por ello, con gran dolor, el príncipe ordenó matar al potro, que como podemos ver en la imagen superior sale representado con la cabeza gacha al escuchar la predicción del profeta. Años después, en el 912, no habiendo superado la partida de su fiel animal, ordenó ver sus restos. Al pisar su calavera, salió una serpiente que le mordió en el pie, causándole una muerte inminente.

placeholder Oleg, pisando la calavera de su caballo, justo antes de morir. (Pintura de A. S. Pushkin, en el State Literature Museum de Moscú)
Oleg, pisando la calavera de su caballo, justo antes de morir. (Pintura de A. S. Pushkin, en el State Literature Museum de Moscú)

En realidad, este episodio mítico proviene de una adaptación de la leyenda del siglo XVI titulada 'La Saga de Örvar-Oddr', como apuntan desde 'La Brújula Verde'. Tras la muerte de Oleg, Igor, el hijo de Rúrik, asume el cargo de Príncipe de la Rus de Kiev, intentando conquistar otras dos veces Constantinopla sin éxito. Al fin y al cabo, esta era el centro del mundo tras la desaparición del Imperio Romano varios siglos atrás: "La suya era una civilización compleja: una sociedad cristiana con una rica cultura monástica y a la vez heredera de la Antigüedad clásica", sostiene Paul Bushkovitch en su libro 'Historia de Rusia'. "El Imperio bizantino era un Estado burocrático según el viejo modelo romano. A los niños se les enseñaba todo ese material desde temprana edad. Los bizantinos no se llamaban a sí mismos griegos, sino que se consideraban romanos, pues su país seguía siendo Roma".

Una 'boda roja' a lo grande: la venganza de Olga

Al fallecer el príncipe Oleg, sube al trono Igor, quien como decíamos volvió a incurrir en Constantinopla hasta dos veces más, en los años 941 y 944. Aquí emerge una isla de la que se ha hablado mucho en el presente, ya que fue anexada a Rusia en 2014. Nos referimos a Crimea, que en aquellos años era uno de los mayores puntos estratégicos contra Bizancio. Tal y como cuenta el historiador Rainer María Matos Franco en su libro 'Historia Mínima de Rusia', el emperador Constantino VII concedió varios privilegios (entendemos que comerciales) a los Rus para que no se anexaran Quersoneso, una antigua ciudad griega localizada al suroeste de la ciudad de Sebastopol.

placeholder El entierro del Príncipe Igor, por Henryk Siemiradzki.
El entierro del Príncipe Igor, por Henryk Siemiradzki.

Sin embargo, el reinado de Igor no duraría demasiado, ya que fue asesinado por los drevlianos, un pueblo eslavo que habitaba al oeste de su territorio agazapado en la frondosidad boscosa del este de la actual Ucrania. Era el año 945, y Olga, la viuda del rey, sube al trono como regente. Los eslavos, algo inquietos, quizá ante la perspectiva de haber ofendido a la actual reina de Kiev, trataron de convencerla para que se aliara con ellos proponiéndola matrimonio con su heredero al trono. ¿La reacción de ella? Enterrar a sus mensajeros. Aun así, decidió aceptar la pedida de mano y encargó que los drevlianos trajeran a sus hombres más distinguidos para acompañarla en su viaje. Cuando llegaron, les invitó a descansar en una casa de baños, cerró las puertas de la estancia y ordenó prenderla fuego, quemándolos vivos.

Por si fuera poco, se dirigió a la ciudad de los drevlianos con un gran ejército y la sitió. Cuando pidieron clemencia, ella tan solo les pidió que se hicieran con tres palomas y tres gorriones, como relata 'La Piedra de Sísifo'. Al caer la noche, los soldados ataron a cada una de las aves un hilo con un pequeño trozo de azufre envuelto en trozos de tela y las liberaron para que volvieran a sus nidos. La ciudad entera se consumió en llamas y los que sobrevivieron a tal incendio fueron ajusticiados a sangre fría.

Foto: Iglesia de Santa Coloma en Andorra (Fuente: iStock)

Lo más curioso de la figura histórica de Olga es que siglos después fue canonizada como santa, ya que fue la primera persona de la realeza de los pueblos eslavos que se convirtió a la fe ortodoxa. Lo hizo para firmar la paz con el emperador bizantino Constantino VII, dejándose bautizar en pleno centro de la capital del Imperio. Evidentemente, entre los pueblos eslavos ya habían penetrado muchas costumbres y creencias cristianas, pero esto sienta un antes y un después en la historia de los Rus, ya que la reina quiso educar a su hijo, Sviatoslav I a la confesión cristiana.

Expansiones a este y oeste: el reinado de Sviatoslav I

El reinado de Sviatoslav I arranca con sus flamantes victorias contra los jázaros, situados al este del territorio ocupado por los Rus, habiendo sido durante años una de las grandes potencias de esa zona de Europa. En juego estaba tomar la ruta comercial del río Volga, y cuando antes estas tribus habían impuesto tributos a los eslavos, ahora fueron los rus los que exigieron a su población que financiasen sus gastos y empresas militares. "Los rus atacaron y en las ramas no quedaron ni toronjas ni uvas, ni una sola hoja", fue una de las frases populares que quedan hoy en día del asalto a Atil, la capital jázara. Años más tarde, el rey también decide conquistar los territorios búlgaros, ampliando la federación de este a oeste en el continente europeo.

Y, de nuevo, arrancó una nueva guerra contra el Imperio Bizantino, tal vez el único que podía vencerles. En el año 969, dividió su reino en tres regiones, cada cual regido por uno de sus hijos. Por su parte, el emperador Nicéforo, en Constantinopla, murió tras ser destronado y asesinado por Juan Tzimisces, quien a su vez declaró la guerra a Sviatoslav por su invasión de Bulgaria. Una de las batallas que más se recuerdan es la que tuvo lugar en la ciudad de Adrianópolis en 970, donde las tropas bizantinas obligaron a los rus a retroceder en el mapa, volviendo al oeste del río Dniéper.

placeholder Ilustración de la muerte de Sviatoslav I a manos de los pechenegos, por Borís Chórikov.
Ilustración de la muerte de Sviatoslav I a manos de los pechenegos, por Borís Chórikov.

El rey rus murió dos años después, asesinado por la tribu de los pechenegos en una emboscada, quienes antaño le habrían apoyado en las conquistas de Jazaria y Bulgaria y en las batallas contra el Imperio Bizantino. Fue entonces cuando recae el mando en su hijo, Vladimir el Grande, que disputándose el trono con sus otros dos hermanos en una serie de conspiraciones urdidas con el rey noruego Hakon Sigurdsson, asciende al poder convirtiéndose en el primer gran rey de lo que luego evolucionará hacia el Estado ruso.

El apogeo y decadencia de la Rus de Kiev

Vladimir quedaría asombrado por la cultura cristinana, al igual que su abuela Olga, y terminaría por llevar el culto ortodoxo a la Rus de Kiev con su matrimonio con la princesa Ana, hermana del emperador bizantino Basilio II. Aunque al inicio causó recelos entre la población, los avances políticos y culturales que trajo la conversión del paganismo al cristianismo provocó que las tribus eslavas empezaran a producir su propia literatura. Su descendencia mantuvo el orden y amplió sus fronteras sobre todo al oeste y norte, creando varios principados y centros regionales. Yaroslav I el Sabio, hijo de Vladimir, fue el rey más importante. Sin embargo, gobernar un territorio tan amplio se hizo sumamente difícil, lo que desembocó en varias guerras civiles y regionales, además de declaraciones de independencia como la de la República de Nóvgorod, al norte.

Foto: Foto: iStock.

El fin de la Rus de Kiev viene marcado por el auge de las Cruzadas, que empiezan a conquistar territorios por el sur y el este en los inicios del siglo XIII. Pero su punto final vendría de la mano de otro de los grandes imperios de la historia: los mongoles, los cuales llegaron a ocupar buena parte del continente asiático, desde su extremo oriental hasta el territorio de los Rus. Sus principales líderes y héroes fueron Batú Kan y Subotai, que lideraron un ejército invencible de arqueros a caballo, entrando por la frontera del Volga. Una vez conquistados los territorios, los mongoles establecieron su capital junto a este mismo río, y la llamaron Sarai. A la región occidental de su imperio la bautizaron como la Horda de Horo. Kiev cayó, pero otros principados consiguieron salir adelante y resistir, como la República de Nóvgorod, primera capital histórica del asentamiento de los rus.

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2022-03-01/rus-de-kiev-historia-ucrania-rusia-varegos_3383363/

 

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