China afina sus relaciones con Alemania en medio de la creciente desconfianza occidental
El primer ministro chino, Li Qiang, llega a Alemania en su primer viaje al exterior
China advierte a EE.UU. de que sus relaciones están en su «punto más bajo» a causa de Taiwán

La recepción ofrecida este lunes por el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, marcó el tono de la visita oficial del primer ministro chino Li Qiang, en su primer viaje al extranjero desde su nombramiento en marzo. «China es un socio para Alemania y Europa, pero también un competidor y rival cada vez mayor en la escena política«, dijo Steinmeier según su portavoz Cerstin Gammelin, e instó a Li a que «fortalezca sus canales de comunicación» con Estados Unidos. Qiang por su parte citó la «importancia» que otorga a las relaciones con Alemania y expresó su «esperanza de profundizar y ampliar en ellas», antes de ser recibido este martes, junto con buena parte de su gabinete de ministros, por el canciller Olaf Scholz.
Aunque el interés económico de Alemania por China es evidente, el nuevo documento de estrategia de seguridad nacional que acaba de publicar la «coalición semáforo» afea el escaso respeto de su gobierno por los derechos humanos y acusa a China de poner la seguridad global «bajo una presión cada vez mayor». «Ver a los demás como competidores, rivales o incluso adversarios, y convertir la cooperación normal en cuestiones políticas o de seguridad solo conducirá a empeorar nuestra relación», ha advertido el portavoz diplomático chino Wang Wenbin, pero el hecho de que la economía china esté en línea de desaceleración justifica que Alemania sea el primer país que visite Qiang y, dado que se ha negado a distanciarse de Putin, bien podría servir también el viaje para sembrar semillas de división entre los socios occidentales, según sugiere Thorsten Benner, director del Global Institute for Public Policy. «Tiene sentido acudir al principal socio comercial de China en Europa», porque Pekín necesita más inversiones y mejores relaciones comerciales con empresas como BASF, Volkswagen y Siemens», precisa Ian Johnson, del Council of Foreign Relations.
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el servicio alemán de inteligencia interior, ha advertido recientemente que «China está tratando de ganarse a políticos alemanes bien conectados, tanto activos como antiguos, que ejerzan como 'cabilderos' de los intereses chinos« y para «obtener información sensible que puede ser utilizada en una fecha posterior para las llamadas operaciones de influencia».
Entre el empresariado alemán y los tentáculos del gobierno chino existen conexiones estables como la asociación China Brücke o el Comité de Relaciones Germano-chinas.
China es el mayor socio de Alemania en el comercio de mercancías. Y aunque la actual ministra de Exteriores, Annalena Baerböck, ha exigido reiteradamente a Beijing que asuma responsabilidades para poner fin a la guerra en Ucrania, lo cierto es que también ha declarado ante esta bilateral que «sólo cuando las personas vuelven a encontrarse establecemos contactos que perduran en el futuro»... «mi deseo es que celebremos estas conversaciones con espíritu de unidad, de contacto, abiertos a los resultados y que encontremos siempre aquellos que nos une a pesar de todas nuestras diferencias».
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