Hallan en Pompeya a dos víctimas más del Vesubio: los datos que desvelan sobre la erupción del volcán
Hallan en Pompeya a dos víctimas más del Vesubio: los datos que desvelan sobre la erupción del volcán
Los dos hombres de unos 55 años han aparecido bajo unos muros derrumbados en la casa de los Amantes Castos
16 de mayo 12:09 16 de mayo 12:09 David BarreiraAntigua Roma
Pompeya acaba de sacar a la luz otra escena más de la tragedia que asoló a la antigua ciudad romana en 79 d.C. Los arqueólogos han descubierto en la llamada casa de los Amantes Castos los cuerpos dos víctimas más del Vesubio. Pero estos dos individuos varones de al menos 55 años no fueron abrasados por los flujos piroclásticos o la nube de ceniza que escupió el volcán, sino por los efectos de un terremoto que acompañó a la erupción: los hombres fueron aplastados por el derrumbe de uno de los muros del edificio, en una zona de la vivienda en desuso en el momento del desastre probablemente por reformas o reparaciones donde habían tratado de buscar refugio. El esqueleto de uno de ellos levanta un brazo como tratando de protegerse de las piedras que se le vinieron encima.
El hallazgo, anunciado este martes por del Parque Arqueológico de Pompeya y que cuenta con un artículo científico publicado en el Pompeii E-Journal, aporta más detalles sobre las consecuencias de la erupción del Vesubio: sus habitantes no solo fallecieron a causa de los lapilli o pequeños fragmentos de lava, la ceniza y los gases calientes que desprendió el volcán, sino también por los derrumbes que se registraron como consecuencia de los movimientos sísmicos asociados a la explosión.
Los investigadores han explicado en un comunicado que estas dos últimas víctimas han salido a la luz durante unas obras de restauración en la domus de los Amantes Castos, en la Regio IX. Los cuerpos se documentaron tumbados de lado y, según los primeros análisis antropológicos, ambos individuos murieron probablemente a causa de múltiples traumatismos provocados por el derrumbe de algunas paredes de la construcción. El momento exacto del colapso de las paredes, según valoran, habría sido "entre la fase final de sedimentación del lapilli y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas que enterraron definitivamente Pompeya".
En las excavaciones, durante la extracción de las vértebras cervicales y el cráneo de uno de los individuos, los arqueólogos identificaron restos de material orgánicos, seguramente un trozo de tela, y cinco elementos de pasta de vidrio como cuentas de un collar. También aparecieron seis monedas: un denario de plata de mediados del siglo II a.C, otro del reinado de Vespasiano, y dos sestercios, un as y un cuadrante de bronce, también acuñados en época del citado emperador.
Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico, ha señalado que "las modernas técnicas de excavación nos ayudan a comprender mejor el infierno que destruyó por completo la ciudad de Pompeya en dos días, matando a muchos habitantes: niños, mujeres y hombres. Con análisis y metodologías podemos acercarnos a los últimos momentos de quienes perdieron su vida".
El hallazgo, anunciado este martes por del Parque Arqueológico de Pompeya y que cuenta con un artículo científico publicado en el Pompeii E-Journal, aporta más detalles sobre las consecuencias de la erupción del Vesubio: sus habitantes no solo fallecieron a causa de los lapilli o pequeños fragmentos de lava, la ceniza y los gases calientes que desprendió el volcán, sino también por los derrumbes que se registraron como consecuencia de los movimientos sísmicos asociados a la explosión.
Los investigadores han explicado en un comunicado que estas dos últimas víctimas han salido a la luz durante unas obras de restauración en la domus de los Amantes Castos, en la Regio IX. Los cuerpos se documentaron tumbados de lado y, según los primeros análisis antropológicos, ambos individuos murieron probablemente a causa de múltiples traumatismos provocados por el derrumbe de algunas paredes de la construcción. El momento exacto del colapso de las paredes, según valoran, habría sido "entre la fase final de sedimentación del lapilli y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas que enterraron definitivamente Pompeya".
En las excavaciones, durante la extracción de las vértebras cervicales y el cráneo de uno de los individuos, los arqueólogos identificaron restos de material orgánicos, seguramente un trozo de tela, y cinco elementos de pasta de vidrio como cuentas de un collar. También aparecieron seis monedas: un denario de plata de mediados del siglo II a.C, otro del reinado de Vespasiano, y dos sestercios, un as y un cuadrante de bronce, también acuñados en época del citado emperador.
Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico, ha señalado que "las modernas técnicas de excavación nos ayudan a comprender mejor el infierno que destruyó por completo la ciudad de Pompeya en dos días, matando a muchos habitantes: niños, mujeres y hombres. Con análisis y metodologías podemos acercarnos a los últimos momentos de quienes perdieron su vida".
En la estancia donde yacían los cuerpos, que podría tratarse de una zona de servicio, también se han hallado diversos objetos, como un ánfora vertical y una colección de vasijas y cuencos apilados sobre los muros. Los arqueólogos han podido documentar los daños sufridos por las paredes como resultado del terremoto: la situada en el sur de la habitación se derrumbó en parte y golpeó a uno de los hombres, mientras que la sección superior del tabique oeste se desprendió y sepultó al otro individuo.
"El hallazgo de los restos de dos pompeyanos que tuvo lugar en el contexto de unas obras en la ínsula de los Castos Amantes demuestra cuánto queda por descubrir sobre la terrible erupción de 79 d.C. y confirma la oportunidad de continuar la investigación científica y actividades de excavación", ha destacado por su parte el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano. El yacimiento, ha añadido, es "un inmenso laboratorio arqueológico que ha recuperado fuerza en los últimos años, asombrando al mundo con los continuos descubrimientos sacados a la luz y demostrando la excelencia italiana en este sector".
La ínsula está integrada por varias viviendas y una panadería. En el momento de la erupción se encontraba en reparación, como muestran los trabajos para arreglar las instalaciones del agua y la redecoración de la gran sala de la casa de los Pintores, donde se han documentado dibujos preparatorios. El conjunto lleva su nombre de la decoración de un triclinio con pinturas que representan banquetes en varios momentos del año y el intercambio de un beso lánguido entre dos amantes. En el establo contiguo a la panadería se han hallado esqueletos de mulas utilizadas para cargar y moler trigo en un molino.
Los arqueólogos de Pompeya han encontrado dos nuevos esqueletos de habitantes de la ciudad romana, que murieron debido al enorme terremoto que acompañó a la erupción del volcán Vesubio en el 79. Estos cuerpos, que han salido a la luz tras las nuevas excavaciones en el área arqueológica, demuestran, según los expertos, que los habitantes de Pompeya no solo murieron por los lapilli —pequeños fragmentos de lava—, la ceniza y los gases calientes que desprendía el Vesubio, sino también por los derrumbes de un gran terremoto conectado con la erupción.
Esto es lo que les ocurrió a las dos últimas víctimas halladas, cuyos esqueletos fueron encontrados en la ínsula de los Castos Amantes. Los datos de los primeros análisis antropológicos indican que ambos individuos fallecieron por múltiples traumatismos provocados por el derrumbe de algunas partes del edificio. Los dos murieron cuando se les cayó una pared “entre la fase final de sedimentación de los lapilli y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas que enterraron definitivamente Pompeya”, han explicado este martes los responsables del área arqueológica en un comunicado. Los expertos apuntan que pueden tratarse de dos varones de al menos 55 años.
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Durante la extracción de las vértebras cervicales y el cráneo de uno de los dos esqueletos, se hallaron también restos de material orgánico, probablemente un trozo de tela, y cinco elementos de pasta de vidrio, que pertenecen a cuentas de un collar, y seis monedas.
“El hallazgo de los restos de dos pompeyanos que tuvo lugar en el contexto de la obra de construcción en la ínsula de los Castos Amantes demuestra cuánto queda por descubrir sobre la terrible erupción del 79 y confirma la oportunidad de continuar la investigación científica y actividades de excavación”, ha declarado el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano. Pompeya es “un inmenso laboratorio arqueológico que ha recuperado fuerza en los últimos años, asombrando al mundo con los continuos descubrimientos sacados a la luz y demostrando la excelencia italiana en este sector”, añadió el ministro.
Para el director del área arqueológica, Gabriel Zuchtriegel, “las modernas técnicas de excavación ayudan a comprender mejor el infierno que destruyó por completo la ciudad de Pompeya en dos días, matando a muchos habitantes: niños, mujeres y hombres. Con análisis y metodologías podemos acercarnos a los últimos momentos de quienes perdieron su vida”.
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