Hoy en día, vivir en una casa de alquiler puede salir bastante caro, sobre todo en determinadas zonas. Además, alquilar también significa que no puedes adaptar la vivienda a tus gustos y necesidades, únicamente de un modo superficial, a través de ciertos complementos de la decoración.

Por este motivo, las propietarias de este apartamento de 32 m2 —una madre y su hija—, decidieron comprar la vivienda para poder reformarla a su manera y dividirla en dos casas diferentes. El proyecto, a cargo de la interiorista Amaia Elías, de Amai Studio, consistió en concebir espacios acogedores y amplios en una superficie muy reducida. ''Para mí fue un reto, ya que nunca había reformado una casa tan pequeña y tan especial'', admite la experta.

Tras la reforma, el apartamento de la madre se transformó en un estudio all in one, funcional y luminoso, con dormitorio, baño, salón y cocina integrados.