Un apartamento de 32 m2 con una distribución genial
Hoy en día, vivir en una casa de alquiler puede salir bastante caro, sobre todo en determinadas zonas. Además, alquilar también significa que no puedes adaptar la vivienda a tus gustos y necesidades, únicamente de un modo superficial, a través de ciertos complementos de la decoración.
Por este motivo, las propietarias de este apartamento de 32 m2 —una madre y su hija—, decidieron comprar la vivienda para poder reformarla a su manera y dividirla en dos casas diferentes. El proyecto, a cargo de la interiorista Amaia Elías, de Amai Studio, consistió en concebir espacios acogedores y amplios en una superficie muy reducida. ''Para mí fue un reto, ya que nunca había reformado una casa tan pequeña y tan especial'', admite la experta.
Tras la reforma, el apartamento de la madre se transformó en un estudio all in one, funcional y luminoso, con dormitorio, baño, salón y cocina integrados.
Fue imprescindible adoptar ideas muy creativas y diferentes, como por ejemplo, instalar una ducha en el salón, ya que no entraba en el baño. Y aunque a priori podría parecer una locura, Amaia consiguió darle un toque discreto y original, otorgando a su vez mucha personalidad al apartamento.
Gracias a las baldosas de la marca Colorker, modelo Amazonia, esta zona ganó mucho estilo. Como los suelos laminados no son aptos para baños, las baldosas bajan desde la pared hasta el suelo, realizando una unión en forma de mosaico que integra la ducha en el espacio. Nos encanta el detalle del ficus a la entrada.
Al cubrir suelo y pared, se generó una bonita unión entre el baño y la ducha, aunque ambas áreas estuvieran separadas.
Otra de las claves decorativas del baño fue la elección de la mesa de madera que antes se situaba en el salón. Como la clienta tenía un cariño especial a la pieza, Amaia decidió utilizarla para sostener el lavabo, dándole calidez al ambiente.
Con el objetivo de diseñar un apartamento amplio y con luz, el salón-comedor se planteó con concepto abierto, aprovechando la luz natural que accede desde la ventana y el balcón del salón. Por otro lado, las propietarias querían que la casa fuese lo más cómoda posible para disfrutar el día a día, y como la madre iba a vivir sola, no querían escoger una mesa grande para comer, ya que ocupaba mucho espacio. ¿La solución? Instalar una barra de madera con tres taburetes detrás del sofá. De este modo, la cocina y el salón quedan unidos, y la distribución permite a la clienta ver la televisión mientras cena. ¡Qué ingenioso!
Teniendo en cuenta los escasos metros cuadrados de la vivienda, esta zona de salón-cocina se diseñó para transformarse en dormitorio al anochecer, mediante una cama abatible. Así, la madre puede quedarse dormida viendo la televisión por la noche, y a la vez disfrutar de un espacio amplio y fluido durante el día.
La interiorista, basándose en el método Konmari, asegura que es importantísimo que la casa tenga tu sello y personalidad. ''Dejar las cosas que te generan felicidad a la vista ayuda a tu bienestar'', dice Amaia. Es por ello que diseñó este apartamento lleno de recuerdos y momentos familiares, como el mural junto al sofá, que es una preciosa foto de sus antepasados.
Proyecto e información: Cortesía de Amaia Elías, de Amai Studio.
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