lunes, 27 de agosto de 2018

Relato : Al pintor le concedieron una cuadra pero el la prefiriò pocilga - A mi me hubiera gustado crecer en una casa de esas donde el color y la felicidad están resguardadas de miradas intrusas, un punto de color en las habitaciones y color neutro en las zonas comunes donde pueden entrar los vecinos y gente extraña como el cobrador del agua corriente que sabe amarga, donde las preguntas son contestadas y la familia lo es y el aislamiento y la falta de cariño no existen, donde siempre hay alguien en casa para que nadie extraño entre y ensucie la comida ni entre a robar y alguien vigila el sueño del resto a pesar de la seguridad, aunque nadie traicione a los otros abriendo la puerta a quien no debe. Casas con color y calor aunque las casas estén en pueblos tristes y monocolores, pero yo viví con una madre y dos hermanas que me decían que me durmiera tranquila porque estábamos juntas obligadas a vivir en la pocilga del pintor hasta ser mayores de edad pero cuando yo dormía entonces todos vivían de mi. Que no se equivoque nadie haciendo daño ahí, bastante llevamos todos encima, ha habido hasta muertes pero están bien escondidas, ni yo me di cuenta. Se trata de cerrar la pocilga, no de hacer daño a los atrapados en ella.




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