Cristina -piloto comercial de formación- y su hijo residían en Escocia. En las navidades de 2014 acudieron a la isla para visitar en Esporles a los abuelos del niño, a quienes Cristina responsabiliza en gran parte de lo sucedido. Su relación con ellos -especialmente con su padre, policía del municipio retirado- había sido siempre difícil; los define como personas «de una mentalidad muy cerrada» que nunca vieron con buenos ojos el modo de vida de su hija, naturista, homeópata y vegana. Una discusión familiar desembocó en una denuncia del padre al IMAS. Acusó a Cristina de desproteger al menor alegando la alimentación, la inestabilidad laboral de la madre y supuestos problemas psiquiátricos de ésta.
http://www.elmundo.es/baleares/2018/07/01/5b38944ee2704ec9068b458b.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario